Entre las opciones a encontrar en el mercado, las almohadas viscoelásticas y de látex son de las más populares. Por lo tanto, para quienes aún no han probado la experiencia ofrecida por estos materiales al dormir en su colchón, es frecuente que haya incertidumbre en el tema sobre cuál es la mejor elección.
Responder esto no es fácil, porque hay varios detalles que se deben considerar para poder establecer una conclusión al respecto, como la firmeza y hábitos. Por lo que, es necesario indagar sobre los detalles de cada almohada para que sepas cual te conviene comprar para combinar con tu colchón, látex o viscoelástica.
Las almohadas fabricadas con látex son flexibles y tienen una alta resistencia, por lo que resultan difíciles de deformar. También suelen tener una considerable firmeza, aunque esto puede variar, consiguiendo desde las firmes hasta las de nivel medio como sucede con los colchones.
Siendo así, te permite tener más de una posibilidad al elegir, por ejemplo basada en tu posición favorita para el descanso. Para la persona que le gusta dormir boca arriba, son buenas las almohadas de látex de firmeza equilibrada, y las duras para durmientes laterales.
Ahora, si hay algo que caracteriza las almohadas de látex es el rebote que tiene, al cual hay que acostumbrarse con el tiempo. También ayudan a mantener el frescor durante la noche, ideal para durmientes calurosos.
A diferencia de otras, las almohadas de látex son aptas para lavarlas en la lavadora, aunque únicamente en el programa de prendas delicadas. Pero, a pesar de ello, los fabricantes recomiendan recurrir siempre al lavado manual independientemente de las características.
Como último detalle y que es una gran diferencia al buscar una almohada de este tipo, es que a su vez se encuentran dos categorías: sintéticas y de látex natural. Se recomienda usar preferiblemente esta última, aunque vale mencionar que muchas veces se encuentran modelos que mezclan ambos materiales para usar en el colchón del descanso.
Las almohadas hechas con espuma viscoelástica y una funda son las favoritas de muchos usuarios, sobre todo por el efecto termosensible. Y es que invertir en un producto de este tipo permite disfrutarlo por mucho tiempo, gracias a que los modelos de calidad tienen una buena durabilidad al igual que sucede con los colchones.
Podrás disfrutar hasta por unos 4 a 5 años del material. Esto sin perder su capacidad de adaptabilidad y recuperación de su forma original, característica principal del mismo. Porque la viscoelástica es un material que contribuye al buen descanso de las personas.
Porque se debe hacer mención de su capacidad para amoldarse a la forma del cuerpo, es decir la adaptabilidad, en este caso de la cabeza y cuello. Pero, una vez que se retira el peso vuelve a su forma original, generando la liberación de presiones. Se consigue por lo tanto, un buen soporte para el cuello en el colchón con esta almohada para despertar sin dolores.
Ten en cuenta que un aspecto que es necesario conocer al adquirir una almohada de este tipo, es que la viscoelástica es un material que no puede lavarse en la lavadora; aunque hay excepciones. Para ello, usualmente tienen una funda extraible que puede higienizarse.
Se recomienda seleccionar un modelo de almohada con tratamiento antiácaros y combinar con un colchón con la misma característica para mayor protección.
Hay varias diferencias notables entre ambos tipos de productos y el primero es referente a los métodos de limpieza. Por un lado, la viscoelástica se recomienda evitar lavar para no acelerar el deterioro de la misma. Aunque hay modelos que indican que sí son aptos, en cuyo caso hay que seguir con cuidado las instrucciones del fabricante.
Luego, está la almohada de látex que por lo general puede lavarse sin problemas, pero siempre recomendable hacerlo con delicadeza a mano. Para ello, hay que revisar las indicaciones del fabricante y así evitar dañar el material y su tejido.
También, hay consideraciones respecto al tiempo de vida útil, siendo menor el estimado en los productos de látex. Sin embargo, esto es relativo porque dependerá en buena parte de la densidad, composición y calidad del producto de viscoelástica y látex que se comparen.
Así mismo, en cuestiones de temperatura hay una notable diferencia entre ambos. El látex en su proceso de fabricación recibe varias perforaciones que le confieren una buena transpiración, por lo que su sensación de frescor es constante durante el descanso.
Mientras que la viscoelástica es termosensible, por lo tanto suele generar cierta sensación de calor en el descanso al usar almohadas de este tipo.
Por lo tanto, como ves hay algunas diferencias considerables, pero cada uno con sus fortalezas y aspectos negativos. Escoger una almohada dependerá en buena parte de las preferencias y necesidades de cada durmiente; recuerda que también influye el modelo específico que compres.
No se trata de definir cual es mejor, sino cual te conviene más. Por lo tanto, lo primero a tener en cuenta es que si buscas sensación de frescura porque sufres de sudoración nocturna, la almohada de látex te funcionará mejor.
Además, para quienes buscan firmeza al dormir los productos de látex resultan cómodos. Así mismo, para las personas que gustan dormir boca arriba o si tienen sobrepeso disfrutarán de este mismo material, al no sentirse “atrapados” con la almohada durante el descanso.
Los alérgicos también suelen preferir la almohada de látex por no favorecer la proliferación de ácaros, ofreciendo protección a la salud.
Pero, si tienes una piel sensible, la almohada viscoelástica es preferible porque su suavidad ayuda a evitar mucha fricción con el tejido que pueda lastimarla. Para quienes duermen de lado o boca arriba estas almohadas son ideales al no tener tanta firmeza, también si te gusta abrazarla o necesitas moldearla.
Vale mencionar que si te desagrada la sensación de calor de la viscoelástica, pero aun así quieres aprovechar sus beneficios, te recomendamos comprar una almohada visco con sistema air soft.
Siempre se debe considerar primero en que posición duermes, ya que dependiendo de ello te conviene más una de las dos. Para quienes duermen boca arriba es recomendable usar una almohada de grosor medio, los durmientes laterales deben elegir una gruesa para que se mantenga bien alineado el cuello y la columna vertebral.
También, selecciona el que más comodidad y soporte ofrezca a tu cuello. En este caso, las personas que sufren de las cervicales o de dolor de espalda, les conviene comprar almohadas de mariposa o las almohadas cervicales para tener una buena base.
Además, considera los tipos de almohadas que existen en base al material, porque cada una tiene sus propias características y diferencias como se ha demostrado; aunque claro existen muchas opciones más como las de fibra orgánica, plumas y plumón.
Hay muchos tipos de materiales de relleno y para el núcleo utilizados en almohadas, además del látex y la viscoelástica.
Las de algodón son un ejemplo de ello, las cuales poseen un alto porcentaje de dicha fibra orgánica y ofrecen un tacto agradable y firmeza. Se debe tener en cuenta que con el tiempo se van aplanando.
La almohada con núcleo de pluma también es muy popular, ofrece una gran suavidad en el descanso al ser de baja firmeza. Una opción ideal para las personas que gustan estar boca abajo durante el sueño.
En este versus quién es el ganador dependerá de ti, ¿cuál de las dos almohadas te conviene más, látex o viscoelástica? Recuerda que el látex es un material que ofrece transpirabilidad, firmeza y mantiene alejado los ácaros. Mientras que la almohada viscoelástica confiere gran adaptación y durabilidad.
Lo importante es la elección de la almohada que más se adapte a tus necesidades y perfil de durmiente, por supuesto siendo de gran calidad y procedencia para mejorar el descanso y cuidar el cuerpo.
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