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Cuando de colchones se trata, uno de los enemigos a combatir es el insomnio. Aunque muchas veces no se encuentra relacionado con la comodidad, este padecimiento puede causar graves afectaciones en el sistema neurológico, alterando el estado de concentración e incluso dificultando la interacción social u ocasionando anemia en los casos más severos.
Si crees que padeces de insomnio, probablemente necesites de asistencia profesional. Sin embargo, antes debes confirmar qué se trata de esta enfermedad y no es solo por la incomodidad que genera dormir en tu colchón actual. Te ayudamos en una breve guía y aclaramos las principales dudas que puedan surgir.
Es una condición o trastorno del sueño y tiene que ver con problemas para conciliar el sueño o mantenerlo. Generalmente, es una consecuencia de algún otro padecimiento y no una causa como tal. El insomnio dificulta la calidad de vida al afectar el descanso, pues quienes padecen de esta enfermedad no logran reponer energías de la manera correcta.
El insomnio ocasiona la somnolencia diurna y disminuye la capacidad para concentrarse, lo cual puede terminar afectando la rutina diaria de quien sufra de este desorden. Incluso se ha relacionado la falta de sueño con la tasa de mortalidad, es decir que podrías disminuir el tiempo de vida si mantienes a largo plazo un sueño inconstante menor de 6 horas.
También se conoce como agripnia y este término proviene del griego “agrypnia” que significa desvelo, aunque su traducción literal es “hacer trampa al sueño”. Esta enfermedad es una señal de que existen algunos cambios en el organismo a los cuales no se ha adaptado aún el cerebro.
En muchos casos, se vincula el insomnio con el estrés y la ansiedad, aunque el desorden puede tratarse del efecto secundario de algún fármaco, como la cafeína, la nicotina o el alcohol, o del cambio repentino de los horarios.
Algunos cambios fisiológicos como el envejecimiento, pueden causar la disminución del sueño y el aumento de la somnolencia diurna. También enfermedades pulmonares, cardiovasculares e incluso trastornos en los regímenes alimenticios pueden causarlo. El insomnio es una evidencia de que algo en el cuerpo no está bien y debe tratarse cuanto antes.
Aunque no existe un nombre definido, los pacientes que sufren de insomnio pueden ser relaciones con otras enfermedades debido a su comportamiento o síntomas. “Narcoléptico”, si luego de no poder conciliar el sueño presenta episodios en los que se duerme irresistiblemente; también “somnoliento”, pues se trata de una condición que mantiene al paciente cansado y con sueño crónico.
Para saber si padeces de insomnio, tendrás que visitar un médico y ofrecerle detalles sobre tu rutina con el fin de estudiar tu patrón de sueño. También revisará tu historial médico para conocer detalles sobre el uso de drogas y fármacos que pudieran ser la causa.
Sin embargo, debes saber que los tratamientos deben ser muy personalizados, pues cada persona tiene tiempos de sueño diferentes. Varía según la condición física, la edad y las actividades realizadas durante el día. Una vez analizado tu historial, el médico podrá diagnosticar dos tipos de insomnio: uno primario, sin razón aparente y uno secundario, relacionado con dolores crónicos, fármacos o estrés elevado.
El insomnio puede aparecer como consecuencia de exposición a agentes externos como el estrés laboral y la ansiedad o también por causa de otras enfermedades como las arritmias cardíacas. Incluso una mala digestión pudiera ocasionar problemas a la hora de dormir. Existen varios tipos de trastornos físicos o psicológicos que pueden ocasionar insomnio:
En cuanto a los síntomas son evidentes en las tareas cotidianas. La falta de energía y el cansancio general son las primeras señales de un trastorno del sueño. Pero además, el insomnio promueve otras consecuencias como:
Si crees que tienes insomnio, lo mejor que puedes hacer es asistir con un médico especialista para realizar un estudio detallado para buscar soluciones oportunas. Intenta cambiar tus hábitos alimenticios, coloca horarios a tus actividades y respeta el lugar donde duermes. Te decimos algunas recomendaciones útiles si padeces de insomnio.
Aunque parezca difícil de creer, un ambiente relajado marca la diferencia entre conciliar el sueño o mantenerse despierto toda la noche. Enfócate en preparar tu instancia y haz de tu lecho un lugar no solo cómodo, sino seguro y con cualquier otro elemento que te ayude como la música relajante o los humidificadores que ayudan a respirar mejor.
Los colores y las texturas deben ser amenos, pues la falta de sueño puede hacerte un poco más sensible frente a esta clase de sensaciones. Así que enfócate en mejorar el aspecto y la funcionalidad del lugar donde duermes antes de iniciar cualquier tratamiento.
A veces, hacemos todo en un mismo lugar y resulta más cómodo. Pero para el cerebro puede ser más difícil entender para qué utilizamos el lugar de descanso. Si le ayudamos a comprender que la cama y el descanso van de la mano, probablemente sea mucho más sencillo conciliar el sueño.
Evita comer o utilizar el teléfono inteligente en la cama, procura que esta solo sea utilizada con fines reparadores y habrá mucha más posibilidad de que pegues el ojo.
Si quieres evitar el insomnio también debes cuidar lo que ingieres. Incluir en la alimentación la cafeína en grandes cantidades o el alcohol puede ser contraproducente y aumentar los síntomas del insomnio. Lo ideal es que no consumas ningún producto que genere efectos psicoactivos ni que altere el estado neurológico.
Otra alternativa eficaz para trata el insomnio es crear una rutina antes del sueño. Coloca una actividad, como trotar después del trabajo, por ejemplo, y haz que el cuerpo asimile el cansancio justo a la hora que deseas dormir. Además, recuerda separar la comida nocturna del sueño por, al menos, una hora.
Si realizas una o varias actividades antes de la hora de dormir, facilitas la conciliación del sueño al indicarle al cuerpo las horas en las que se agota y las horas en las que debe descansar.
¿Necesitas ayuda para saber a qué hora debes irte a dormir? Utiliza nuestra calculadora que te dirá a qué hora debes dormir y despertarte.
También puedes sumar ejercicios y técnicas de relajación como el yoga o la meditación a tu rutina diaria para conseguir increíbles mejoras para un sueño y descanso saludables. Quienes han optado por esta clase de ejercicios han logrado mejorar, de manera destacada, su calidad de vida a través de un descanso óptimo.
La razón de que esto sea así es que muchas veces el insomnio se encuentra relacionado con un estado sobreexigido del cerebro, como sucede en los casos de la ansiedad y el estrés. Por tanto, controlar la respiración y relajarse es una gran alternativa.
El té es una opción para reducir el insomnio. Las propiedades analgésicas y estimulantes de algunos aceites esenciales, plantas y semillas, puede servir para tratar esta condición con altos índices de eficacia. Entre las opciones de té por las que puedes optar, conseguirás:
El insomnio puede causar problemas más graves en la salud si no se realiza el tratamiento adecuado para reducir sus efectos. Las consecuencias pudieran ser graves, si no se trata a tiempo el insomnio ocasiona:
El sueño es una porción de nuestra rutina a la que debemos cuidar y prestar atención ante los cambios mínimos, debido a que un trastorno del sueño puede ocasionar una serie de inconvenientes, síntomas y problemas que terminen por disminuir nuestra calidad de vida.
Por eso, es importante que contemos con un buen colchón, lo suficientemente cómodo y espacioso para cubrir nuestros movimientos. Pero también la alimentación y los hábitos tendrán una influencia clara sobre el sueño. Hacer ejercicio, practicar técnicas de relajación y acomodar nuestros espacios de descanso son las principales armas contra este desagradable trastorno del sueño.
Te ayudamos a dormir...