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¿Alguna vez te has preguntado por qué la almohada tiene ese nombre? Es interesante indagar sobre el origen etimológico de esta y las explicaciones detrás de ella. Ya que, es echar un vistazo a la historia y el cómo te puedes hacer una idea sobre la utilidad de un objeto mediante un simple término.
La explicación sobre un producto relacionado con el descanso que te ayuda a tener un mejor sueño, la conseguirás aquí. Porque toda inquietud que puedas tener sobre las almohadas, su funda u otra pieza que te ayude a cuidar tu salud, la resolvemos.
El término “almohada” procede del árabe hispánico “muhádda”, pero este a su vez procede de “mihadda”, el cual se deriva de “hadd” que finalmente se puede traducir como “mejilla”. Además, hay que mencionar que en los arabismos se suele incorporar el artículo, siendo en este caso integrado “al”.
Así que según este hecho, se sabe que el origen de “almohada” es metonímico. Esto quiere decir que procede de una relación establecida entre ciertos elementos. En este caso, se enfoca en la conexión que existe entre esta parte del rostro y el producto, es decir como la mejilla se apoya sobre la almohada.
Por lo tanto, “almohada” es un arabismo que procede de una cadena de palabras de dicho idioma que al derivarse entre unos y otros, han permitido obtener el nombre de este producto ya tan conocido.
Diego de Urrea explica sobre la procedencia arábiga, específicamente expone que “mehaddetum” es utilizada para hacer referencia a la almohada en árabe.
Lo cual, a su vez procede del nombre “haddum”, que se puede traducir como “mexilla”. Además, hay que destacar que “almohada” es un nombre local, por lo que presenta la letra “m” o la sílaba “mo” en su formación.
Por lo tanto, se consigue un término como el siguiente “al- mo- haddetum”, el cual según Urrea se corrompe y se transforma en lo que todos comúnmente usan: almohada.
Pero, Covarrubias, autor del Tesoro de la lengua castellana o española, no se encuentra satisfecho con esa explicación, porque infiere que el origen es incluso hebreo y no árabe. Ya que, ha mencionado que procede de “mahad”, la cual se traduce con “reclinarse” lo que tiene sentido al considerar que la cabeza se reclina o deja reposar sobre la almohada.
Se trata de una explicación latina que en castellano se ha perdido, pero en un caso u otro se mantiene el metonímico. En el plano latino se considera la nuca, mientras que en la traducción árabe-hispánica se enfoca en la mejilla.
Tenemos entonces información sobre la etimología y lugar de procedencia, pero al haber descifrado este, pasamos al significado conferido a “almohada”. Se trata de un objeto que tiene un relleno hecho de materiales mullidos, el cual tiene como finalidad ser un soporte para la cabeza usualmente al estar acostado en el colchón.
Hay que considerar que la persona descansa sobre una cama, es decir una estructura de metal o madera, donde reposa un colchón. Es elástico y con cierta suavidad para dar comodidad al durmiente, en la parte superior de este donde se coloca la almohada.
Se puede decir que las almohadas son una clase de colchón o colchoncillo de pequeñas dimensiones que suele complementar el equipo de descanso en tu cama.
La almohada suele tener una funda que presenta cremallera en su estructura. En España se pueden conseguir diferentes tipos, cada uno hecho con un material distinto como las plumas o espuma.
Respecto a sus funciones, gracias a las almohadas se permite mantener la columna vertebral correctamente alineada y mejorar el descanso con su uso.
Ya sea que te guíes por el origen árabe-hispánico o el latino, de alguna forma todos llegan a la conclusión que es un término que deriva de una serie de palabras. El cual hace referencia a que la persona reposa su cabeza y cuello.
La almohada es un complemento importante en el descanso porque permite mejorar la calidad del sueño. Así como proteger la salud del cuerpo, ya que mantiene la columna correctamente alineada hasta la cabeza.
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