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Después del invierno, guardar un relleno nórdico puede ser complicado por su gran tamaño, pero basta con conocer un truco efectivo para poder hacerlo con mayor facilidad. No te preocupes si cuentas con poco espacio para su almacenaje, porque hoy te ofrecemos una técnica ideal para cumplir con un buen proceso para cuidar los nórdicos.
Si ha finalizado el invierno y llegó el calor, ha llegado el momento de hacer un cambio de armario. Así que, toca quitar de la cama el edredón nórdico y almacenarlo en el armario para usar las mantas.
Para ello, lo primero a realizar es una buena limpieza y para que se cumpla correctamente, debes considerar el tipo de relleno que tiene. Un punto importante a tener en cuenta, es que todos los tipos de edredones nórdicos necesitan ciertos tratos en específico.
Si tienes un edredón nórdico de plumas puedes lavarlo en casa, no obstante se recomienda asistir a una tintorería. Al ser una prenda delicada, recibir un trato por parte de expertos prolongará su vida útil para usar por mucho tiempo en la cama.
En cambio, si tienes edredones nórdicos sintéticos para la cama puedes relajarte un poco más con las exigencias. Son prendas que se pueden lavar con más frecuencia, aceptan mayores temperaturas y son más fáciles y rápidos de secar.
Si ya tienes tu edredón nórdico lavado y seco, será momento de guardarlo en un hueco a su medida. Para ello, se recomienda elegir una superficie limpia, lisa y dura para facilitar el proceso al doblarlo. Algunas personas optan por hacerlo en el suelo, si es tu caso, no olvides limpiar primero el espacio para no ensuciar sus extremos o centro.
Si tienes que guardar tu relleno nórdico y te falta espacio suficiente en el lugar, no te preocupes. La técnica del bolsillo te permitirá compactar el tamaño del edredón para almacenar sin problemas en el armario manteniendo una buena organización; puedes hacerlo en el suelo, cama o donde te resulte mejor.
Veamos el paso a paso a continuación para doblar los edredones de cama:
De esa manera, tendrás un práctico paquete que guardar para mantener el orden. Un trabajo simple para reducir el largo y ancho de la pieza textil para conseguir meter en cualquier hueco que quede en tu cajón.
A veces, aunque haya un buen cuidado previo, los rellenos nórdicos pueden deteriorarse durante su almacenaje perjudicando el confort que ofrecen. Esto sucede porque no se cumplen con las medidas adecuadas para su almacenamiento.
Por ejemplo, la humedad es un gran enemigo del nordico, por eso para su protección es mejor que se guarde en una bolsa de tela transpirable.
Si no cuentas con una de estas bolsas de tela, puedes usar como alternativa papel de seda, el cual deberás colocar en la superficie donde guardarás el edredón. De esa manera, esta ayudará a absorber la humedad para evitar que pase al relleno nórdico.
Pero, aún siguiendo los consejos mencionados, nunca es recomendable guardar el relleno nórdico en un espacio con humedad o tendencia a desarrollar moho.
Además, es oportuno abrir el armario donde están guardados los edredones nórdicos de vez en cuando. También, debes sacar airear cada edredón un par de veces en verano para prevenir malos olores, aunque no se vaya a usar uno en la cama.
Con el método del bolsillo doblar el nórdico será más fácil, permitiendo obtener una prenda lista para guardarse en un espacio reducido. Por supuesto, no sé trata sólo de saber doblar los nórdicos, sino de ofrecer a cada uno el cuidado necesario.
Por eso, verifica que el sitio de almacenaje no permite desarrollar moho y protégelo de la humedad con una buena bolsa de tela. Previo a ello asegúrate de que la prenda de cama esté limpia y seca para extender su vida útil.
Te ayudamos a dormir...