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Lamentablemente en la actualidad muchas personas padecen de trastornos del sueño, lo que perjudica sus actividades del día a día. La apnea del sueño es uno de ellos y si bien no es tan conocido como otras patologías, llega a afectar a más personas de lo que se piensa.
Vamos a conocer acerca de la apnea del sueño para saber qué implica, cuáles son sus síntomas y si puede curarse.
La apnea del sueño puede llegar a ser peligrosa porque causa interrupciones en la respiración.
Personas obesas y quienes duermen boca arriba son más propensos a este problema de apnea.
Acude un especialista para recibir un tratamiento ajustado a tu caso de apnea y lleva una vida saludable.
Es un trastorno del sueño que llega a ser algo peligroso, ya que se caracteriza por las pausas presentadas en la respiración con continuidad. Es decir, la persona deja de respirar y luego, puede volver a hacerlo, repitiendose así esto en varias ocasiones.
Las personas que padecen de apnea del sueño suelen tener fuertes ronquidos durante el sueño. También, hay una ausencia del descanso reparador, por lo que se experimenta cansancio durante el día.
Sin embargo, no toda persona que presenta ronquido y cansancio durante el día tiene apnea del sueño. Se considera que solo aquel que sufre una parada respiratoria 15 veces por hora tiene apnea.
Aunque, aquellas personas que tienen solo 5 paradas respiratorias por hora podrían diagnosticarse con apnea del sueño, siempre y cuando sufra de otros síntomas. Veamos algunos síntomas que alguien podría tener para identificar como sería padecer de este trastorno del sueño.
Lo primero a tener en cuenta es que usualmente la persona que padece de apnea del sueño no se da cuenta por sí solo. La pareja o alguien que comparta espacio con el paciente, como un compañero de piso, suele notar primero los síntomas.
Un factor común en toda apnea del sueño es que llega un momento en que la respiración se va haciendo demasiado lenta hasta que se detiene por completo. Esas pausas puede durar alrededor de 1 minuto para luego retomar su ritmo habitual, acompañado a veces de sensación de ahogo al despertar y ronquido.
La apnea del sueño disminuye la calidad del descanso, por lo que se puede encontrar varios síntomas asociados a ello. Se presenta fatiga, irritabilidad, somnolencia durante el día y cefalea por la mañana. Así, mismo la capacidad de concentración y pensamiento se ven entorpecidas según las complicaciones propias de las personas.
A menudo la somnolencia diurna puede llegar a ser muy acentuada por la pérdida del buen descanso y los despertares en las personas. Estos problemas de la apnea del sueño a veces incluso pueden aumentar la posibilidad de sufrir accidentes de tráfico al manejar algún vehículo.
Este trastorno se ha divido en tres tipos, el tercero se trata básicamente de una combinación de los anteriores y se denomina apnea mixta. Entonces, vamos a conocer que causa los dos primeros tipos de la apnea del sueño y sus características.
El primer tipo se llama apnea obstructiva del sueño (AOS) y se produce cuando las vías respiratorias son bloqueadas durante el descanso, impidiendo parcial o totalmente el flujo de aire. La obstrucción de las vías se puede generar por la úvula, lengua y las amígdalas, por distintos factores:
Relajación excesiva de los músculos de la garganta.
Acumulación de grasa.
Mucosidad en la garganta.
A su vez una persona es más propensa a desarrollar la apnea obstructiva del sueño si suele consumir ciertos fármacos, tabaco y alcohol. Dormir boca arriba, el sobrepeso, problemas en la mordida, inflación de las amígdalas, entre otros factores, pueden generar este tipo de apnea.
El segundo tipo es menos común y se llama apnea central del sueño, se presenta cuando el cerebro no logra mantener una buena comunicación con los músculos involucrados en el proceso respiratorio durante el sueño. En este caso son más propensas a su padecimiento personas que tienen algunas de las enfermedades que afectan cierta parte del cerebro.
Así mismo, los pacientes que consumen ciertos medicamentos narcóticos, tienen problemas en la columna cervical o sufren un caso grave de obesidad hay mayores riesgos de padecer de apnea central del sueño.
Cualquier persona puede llegar a presentar apnea del sueño en algún momento de su vida. Sin embargo, principalmente porque el propio durmiente no lo nota por sí solo y sumado a otros factores, no suele haber un diagnóstico por parte del proveedor médico.
De hecho, al respecto según la información compartida por la Asociación Española del Sueño (Asernaco), se estima que alrededor del 80% de las personas que padecen de apnea del sueño no lo saben. Lo cual, dificulta tener una mayor compresión del trastorno y que muchos reciban un buen tratamiento.
En primer lugar se debe hacer mención del problema que puede generar la somnolencia diurna causada por los despertares, sensación de ahogo y demás factores que generan la pérdida de calidad del descanso. Ya que, a veces en los pacientes esto afecta el rendimiento en las actividades diarias, lo que causa complicaciones en su desenvolvimiento.
Por ejemplo, teniendo un bajo nivel de rendimiento académico, de hecho un niño que padece de este trastorno puede tener dificultades en el área del aprendizaje y memoria. Así mismo, la somnolencia durante el día afecta la productividad en el trabajo por parte del paciente y facilita el sufrir de ciertos accidentes y la aparición de enfermedades, como la ansiedad y la depresión.
Más allá de esto se ha relacionado la apnea del sueño con otras complicaciones de salud, debido a que dificulta la correcta oxigenación por las vías respiratorias y da paso a la acumulación del dióxido de carbono. Una de ellas es la hipertensión, debido a que la apnea genera la contracción de las arterias incrementando la presión arterial y empeorando esta condición en los pacientes que padecen de apnea.
Hay otras series de patologías que pueden verse favorecidas por la apnea del sueño, como es el caso de las enfermedades cardiovasculares al tener arritmias, insuficiencia cardíaca y cardiopatía isquémica. También se relacionó el trastorno con la intolerancia a la insulina o la diabetes, y los ictus cerebrales en las personas.
Diagnosticar la apnea del sueño en una persona dependerá de los síntomas que presente. En líneas generales los médicos recurren al uso de cuestionarios para ir conociendo y descartando síntomas que tengan los pacientes.
La mayoría de los casos se comienza el proceso diagnóstico con un control en la casa por varias noches mediante el uso de un equipo portátil. Este aparato permite evaluar diferentes cosas, como la respiración, concentración de oxígeno y la frecuencia cardíaca.
En ocasiones, el médico también puede recomendar la polisomnografía que se hace en un laboratorio del sueño. Así los especialistas te evalúan mientras duermes en el centro de salud y logran diferenciar si se trata del tipo obstructivo o apnea central del sueño con los resultados obtenidos.
Con todas las pruebas realizadas por los expertos se obtiene el Índice de Apnea – Hipopnea (IAH) que permite establecer el diagnóstico y la gravedad del caso. Esto mediante el conocimiento de cuántos episodios de falta de respiración ocurren en promedio y cuánto disminuye la respiración por hora, representando la apnea y la hipopnea, respectivamente.
Una vez teniendo el diagnóstico y conocimiento del caso específico, el médico puede establecer determinado tratamiento en base a la gravedad de la apnea del sueño. En el más sencillo de los tratamientos el médico optará por indicar un estilo de vida lo más saludable posible, por ejemplo:
Hacer ejercicio.
Perder peso bajo dieta.
Fármacos.
Abstinencia del consumo de tabaco y alcohol.
Una buena higiene del sueño.
Mantener una buena alimentación.
Hacer deporte.
Cirugía bariátrica de ser necesario.
Pero, si hay un tratamiento común en la apnea del sueño es la Presión Positiva Continua de las Vías Respiratorias o CPAP. Se usa un generador de presión que mediante una mascarilla nasal mantiene la presión continua hacia la vía aérea superior para que no de lugar al colapso.
El resultado con estos dispositivos es una disminución de los ronquidos y la somnolencia diurna, lo cual aumenta la calidad de vida del paciente e incluso puede mejorar la libido. Para conseguir estos beneficios y reducir las molestias se debe utilizar el CPAP en cada descanso y siesta.
Mientras que las intervenciones quirúrgicas se recomiendan cuando la mascarilla no puede ser utilizada por un paciente o hay alguna lesión, como es el caso de los pólipos y la hipertrofia de las amígdalas.
La sensación de cansancio continua en la vida del paciente, que impide poder realizar actividades diarias, hace pensar a las personas que no podrán tener una buena calidad de vida. Sin embargo, quién sufre de apnea del sueño es capaz de llevar una vida sin limitaciones al cumplir un tratamiento adecuado.
Por supuesto, para ello también hay que poner atención a las sensaciones negativas que ya se pueden haber normalizado por su recurrencia. Y es que con un tratamiento ajustado a las necesidades del paciente, incluso esos síntomas que ya se habían «normalizado» logran aliviarse para dar paso a la tranquilidad.
Como se ha mencionado es clave que el tratamiento se ajuste a las particularidades de la persona para lograr aumentar su calidad de vida. Por ejemplo, en el caso de los pacientes que tienen alguna alteración estructural en la garganta puede mejorar su sintomatología con un tratamiento quirúrgico del área de otorrinolaringología.
Incluso las personas que tienen obesidad morbida y tienen indicada la cirugía como tratamiento, pueden llegar a eliminar la apnea del sueño de forma permanente al quitar una gran cantidad de peso.
Los expertos consideran que al llevar una vida saludable se pueden prevenir o incluso disminuir los síntomas de la apnea, por supuesto comenzando por tener una buena higiene del sueño. Para ello, duerme una cantidad de horas suficiente cada día (en promedio 7 horas) y sigue un horario para levantarte y acostarte en la medida de lo posible.
No duermas boca arriba para evitar la obstrucción de las vías respiratorias y en su lugar túmbate de lado; usa prendas que tengan botones o similar en la zona de espalda, de esa manera se evita cambiar entre los movimientos. En general dormir de forma lateral es lo más recomendable para cuidar la columna, evitar los ronquidos y por supuesto, prevenir la apnea del sueño.
El exceso de peso corporal es uno de los grandes causantes de la afectación de las vías respiratorias y la apnea. Por lo tanto, si tienes un peso muy elevado para tu altura, procura realizar cambios alimenticios y estar más activo para reducirlo. En caso de que no tengas sobrepeso, cuida tu alimentación y actividad física para conservar una contextura sana.
Hábitos como la ingesta del alcohol en horas de la noche y el consumo de tabaco propician la aparición de la apnea del sueño en los pacientes, además de otros padecimientos, por lo tanto elimina estos elementos de tu vida diaria. También se debe tener cuidado con algunos medicamentos, como la benzodiazepina, ya que reduce la respuesta del cuerpo ante la falta de oxígeno durante la apnea del sueño.
La apnea del sueño puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas. Por suerte, existen varios tratamientos, como el dispositivo CPAP, que pueden mejorar los síntomas e incluso lograr eliminar esta problemática.
De igual manera, la mayor recomendación es acudir a un especialista si se sospecha que se tiene apnea del sueño u otro trastorno similar. Mientras lleva un estilo de vida lo más saludable posible con una dieta balanceada acompañada de actividad física para prevenir y/ o disminuir los síntomas.
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