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Todos los colchones tienen definido un tiempo de vida útil, aunque este periodo puede verse influenciado por el material del que está hecho el colchón. No todos los colchones de un mismo material duran el mismo tiempo. Las razones son variadas, puede deberse a la marca, el tipo de procesamiento de la materia prima o la calidad de la misma.
Sin embargo, es importante conocer cuál es el tiempo de garantía, para comprar a tiempo uno nuevo. Cuando se vence el tiempo de garantía, los materiales comienzan a perder sus propiedades y sistemas de protección.
Conociendo lo diverso que es el tema del tiempo de vida útil de los colchones y materiales, esta vez comentaremos principalmente cual es la durabilidad de los colchones de látex, para que aprendas cuando debes cambiarlos.
Todos los fabricantes incluyen información acerca de la durabilidad de sus colchones, pero esto casi siempre funciona como un aproximado. La mayoría dura un poco más de tiempo que el establecido por el fabricante. Sin embargo, más que guiarnos por la garantía que da el fabricante, hay que guiarse por las propiedades del colchón.
Por ejemplo, la disminución de la firmeza de un colchón es un indicativo de que este debe cambiarse, la presencia de desniveles en la superficie e incluso el padecimiento recurrente de alergias y urticaria.
Si tienes en casa un colchón de látex que llevas usando un par de años y te puedes preguntar ¿cuándo debo cambiar un colchón?, ¿cuánto tiempo dura un colchón de látex? y ¿cómo sé que debo cambiar mi colchón? Aquí te mostramos las consideraciones más importantes que debes tener para saber si es el momento de cambiar tu colchón.
Aunque en asuntos de tiempo es importante conocer los años o meses que has usado el colchón, también ejerce influencia sobre la conservación de sus propiedades, la frecuencia de uso que se le da.
Por ejemplo, un colchón de látex puede durar más si se usa de manera esporádica, pero dándole un buen mantenimiento. Mientras que un ejemplar de uso diario puede mantener menos su forma saludable, debido a que está expuesto a presión constante.
Por tanto, si el colchón de látex por el que te estabas haciendo las preguntas anteriores está en una casa vacacional, es posible que puedas añadirle entre 2 y 5 años más de uso. Algunos expertos reportan que los colchones de látex que son de buena calidad y se usan de forma esporádica pueden durar hasta el doble del tiempo definido que señala el fabricante.
Hablar de colchones de látex, no implica que exista un único tipo. En cuanto a tipos, existe el látex sintético y el natural, pero cada uno en sí mismo puede tener variaciones que lo hacen más propenso a desgastarse o a mantener sus propiedades.
En líneas generales, el látex natural tiene mayor tiempo de durabilidad. En el caso del sintético, los de mayor densidad suelen durar más tiempo. Aparte de la densidad, el proceso que se le dé a la materia prima también ejerce influencia en el nivel de desgaste. Existen procesos en los que se sacrifica la calidad del material para sacar mayor provecho en la fabricación.
Para reducir la posibilidad de comprar un colchón de látex, cuyo proceso ha deteriorado la calidad del material, es recomendable comprar colchones de marcas reconocidas, que ya tienen procesos certificados y reconocimientos por calidad y durabilidad.
Por supuesto, el tiempo de garantía que expone el fabricante es uno de los mejores referentes para saber cuándo cambiar el colchón de látex. Las marcas son los principales conocedores de sus colchones, por eso, es importante siempre tener en cuenta las recomendaciones que ofrecen.
Comparar la calidad de descanso que estás teniendo y el tiempo de vida útil del colchón, puede hacerte comprender si necesitas cambiar de colchón o no.
La calidad del colchón también juega un papel importante, pues modelos de baja calidad es probable, que incluso antes del tiempo de garantía presentan deterioro. Mientras, los colchones de buena calidad pueden durar un par de años más de lo expuesto por la marca.
Evaluar la firmeza del colchón es un buen indicativo para conocer si es necesario cambiarlo o no. En el caso de los colchones de látex, estos tienden a disminuir su nivel de firmeza, un síntoma aún más presente en los de látex natural.
El colchón puede comenzar a sentirse más suave, comienza a ceder más ante la presión y se vuelven visibles y perceptibles al tacto los desniveles en su estructura.
Cuando un colchón se ha utilizado durante un largo tiempo y con regularidad, las personas se van a adaptando a los desniveles o baja firmeza que va presentando el colchón progresivamente. Por eso, recomendamos que si tienes un colchón viejo lo compares con uno más nuevo para verificar que la sensación sea similar, pues la costumbre puede hacerte creer que el colchón viejo no ha cambiado en nada.
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Cambiar el colchón no responde a una estrategia de marketing, sino a una recomendación para mantener la salud de la columna y la del buen descanso. Cuando los colchones ya están viejos y deformes, pueden hacer que las personas que en él duermen comienzan a presentar algunos síntomas negativos. Estos son algunos de los indicadores corporales a los que debes prestarle atención:
Es innegable la influencia que tiene el lugar donde duermes en la calidad de descanso que logran las personas. Extrema dureza, extrema suavidad, deformaciones y hasta temperaturas extremas son características que cuando están presentes en un colchón no permiten que el cuerpo se mantenga en una posición natural y saludable.
Por esto, se crean tensiones en los músculos y/o obstrucciones en las articulaciones, lo que se traduce en incomodidad e imposibilidad de conciliar el sueño. También en problemas de espalda, dolores al despertar, estrés y sensación de haber dormido pero no descansado.
Si tienes un colchón en el que has dormido durante varios años, pero desde hace un tiempo has empezado a presentar dolores de espalda y cansancio al despertar, esto puede ser una señal de que debes cambiarlo, aun cuando sientas que el colchón “está como siempre”.
Todos los colchones deben presentar una aplicación que los proteja contra una variedad de microorganismos, como los ácaros y bacterias. Estas mismas protecciones suelen ayudar a prevenir el polvo u otras partículas perjudiciales para la salud.
La calidad o nivel de protección de los colchones suelen ir asociado al tiempo de vida útil del colchón. Por tanto, si este tipo de protección se debilita, es un indicio de que es necesario cambiar de colchón.
Cuando la protección hipoalergénica comienza a fallar, pueden comenzar a presentarse episodios de alergia en la piel o estornudos frecuentes, esto, debido a que comienzan a instalarse en el colchón partículas y organismos que antes no lo podían hacer.
La razón por la que es necesario cambiar el colchón, es porque aunque este se limpie a profundidad, los microorganismos volverán, porque el colchón no cuenta ya con un sistema protector.
Por supuesto que la principal razón para cambiar el colchón es que su tiempo de vida útil haya finalizado. Porque a partir de allí, los componentes del colchón comenzarán a perder sus propiedades y con ellos el buen sueño, descanso y la buena salud.
En este sentido, es conveniente saber cuál es el tiempo promedio de garantía que tienen los colchones de látex, pero aquí hay una distinción importante por hacer.
Y es que, hay dos grupos importantes de látex, los sintéticos y los de látex natural, que como provienen de una materia prima diferente pueden presentar tiempos de vida útil distintos.
El látex sintético es un tipo de espuma que se obtiene del procesamiento de estireno y butadieno, con el proceso adecuado con esta materia prima se logra un resultado muy similar al natural, pero sin necesidad de depender del árbol de caucho, aunque siempre se le suele añadir cierto porcentaje natural.
La fabricación de este tipo de espuma ha evolucionado mucho en los últimos años, por lo que se ha logrado mejores resultados en flexibilidad y durabilidad. Por ello, muchos colchones de látex sintético pueden durar entre 5 y 10 años.
Mientras que algunos otros de alta gama pueden incluso pasar los 10 años de durabilidad, pero son poco comunes.
El látex natural se extrae del árbol de caucho, con este material se fabrican una gran variedad de productos, entre ellos un tipo de espuma que ha resultado increíble para el descanso saludable.
Los modelos hechos a partir de látex natural son de excelente calidad y con la gran ventaja de ser un material biodegradable, por lo que luego del uso del colchón no hay que preocuparse por la contaminación que pueda ocasionar.
Muchos colchones mencionan tener un porcentaje de látex natural, pero para que este sea considerado un colchón de látex natural debe contener al menos un 70%, de lo contrario es un colchón principalmente de látex sintético.
El tiempo de garantía que ofrecen los colchones que son considerados de látex natural no es menor a los 10 años. En muchos casos, puede garantizarse un tiempo de garantía de hasta 15 años, siempre que se le dé el trato y los cuidados adecuado.
Una gran ventaja de los colchones de látex natural, es que se vuelven más resistentes al polvo y microorganismos. Se suelen mantener limpios con facilidad y repelen muchas partículas.
Con independencia de si tu colchón es de látex sintético o natural, la mejor forma de garantizar que se mantenga impecable por más tiempo y en buenas condiciones es darle los cuidados adecuados siempre.
Aquí te dejamos los mejores consejos para que mantengas y cuides tu colchón de látex y te dure por más tiempo.
Algunos modelos de colchones de látex, como Kipli, están hechos por completo de látex, por lo que es recomendable darle la vuelta cada cierta cantidad de meses. Y es recomendable hacer esto, siempre que el colchón ofrezca ser de doble cara.
Los colchones, aunque tengan sus aplicaciones hipo alergénicas, pueden tener en su estructuras otro tipo de partículas que pueden no deteriorar tu salud, pero si el colchón. En este caso una limpieza sencilla con la aspiradora hecha regularmente será suficiente.
Las deformaciones del colchón no solo se producen por deterioro de los materiales, sino que también pueden producirse cuando el colchón está situado en una base desequilibrada, deformada o hundida.
La respuesta a cuándo cambiar el colchón de látex puede ser variable, ya vimos que dependerá de diferentes aspectos. Sin embargo, el criterio infalible será la calidad de tu sueño y descanso. Una forma de reutilizar tu viejo colchón es cortarlo.
Los colchones de látex son regularmente de muy buena calidad, por tanto, durante varios años es posible tener una muy buena calidad de sueño, pero si los problemas de espalda y cansancio comienzan a aparecer, es la hora.
Cambiar de colchón a tiempo puede ayudarte a evitar problemas de salud, por eso, es necesario prestar suma atención a lo que dice el fabricante, sus recomendaciones y lo que dice tu cuerpo. Recuerda que puedes poner en prácticas los consejos para el cuidado del colchón y así reducir los factores de riesgos para tu cuerpo.
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