Menú
Dormir con una contractura en el cuello puede ser un desafío al principio, por eso te compartimos algunos consejos para que el descanso sea más grato durante el padecimiento. Desde las posiciones hasta la importancia de la almohada y otros detalles que hacen la diferencia.
Toda persona se siente cómoda en una determinada posición, puede ser de lado, boca arriba o abajo, cual usar dependerá de cada quién. Sin embargo, es cierto que hay unas posiciones mejores que otras para cuidar el cuello y prevenir el dolor en la zona.
Por ejemplo, dormir boca abajo es la posición que suele propiciar más malestares a nivel cervical. Debido a que obliga a mantener la columna y cuello en una postura forzada toda la noche para respirar mejor, favoreciendo la rigidez.
Hay que recordar que la idea es mantener la columna vertebral bien alineada para evitar dolores y otros malestares. Parte de ello depende también de la almohada que se use, ya que sus funciones son cuidar la correcta postura de la espalda y aumentar el confort.
Así que no solo se trata de dormir en una posición favorecedora para el cuello, sino de usar almohadas adecuadas para tener un mejor descanso libre de dolores.
La primera opción es tumbarse de lado mientras se mantiene las rodillas y brazos flexionados. Ya que, en esa posición se logra mantener la columna y todas las articulaciones en una buena posición, relajando a su vez cada músculo de la zona cervical, dorsal y lumbar.
Dormir boca arriba también puede ofrecer un buen descanso al permitir la correcta posición de las cervicales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuando te tumbas de lado el resultado es aún mejor para el cuello por el buen soporte que se ofrece.
Por lo tanto, dormir de lado es la primera opción, la segunda es boca arriba y descansar de frente no se recomienda. Esta postura es la excepción porque obliga a torcer el cuello como se ha mencionado antes, se perjudica la curvatura natural de la columna y cuello.
Si estás acostumbrado a dormir boca abajo, el malestar naturalmente te ayudará a cambiar de posición. Puedes aprovechar a colocar almohadas a los lados, a modo de barreras al tumbarte lateralmente, para evitar cambiar de postura mientras duermes.
Ya mencionamos lo importante que es usar una buena almohada para el descanso, especialmente para prevenir el dolor en el cuello. No basta con elegir el cojín más esponjoso del mercado, es necesario tener en cuenta algunos aspectos.
De hecho, una buena manera de determinar qué almohada conviene más usar es guiarse por la posición que sueles usar para dormir. Por ejemplo, si lo haces boca abajo emplea una almohada suave y delgada o sino, no utilices ninguna directamente.
Pero, ya hablamos que es mejor dormir de lado o boca arriba para cuidar el cuello, si es tu caso entonces deberás escoger los siguientes tipos de almohadas:
También, asegúrate de indagar sobre los tipos de rellenos y cubiertas que tienen, ya que influenciarán en el confort que ofrecen. Podrás encontrar en el mercado almohadas hechas con viscoelástica, látex y fibra, así como fundas de algodón y poliéster.
La elección del material dependerá también de otras características del durmiente. Por ejemplo, si es caluroso es ideal escoger una almohada de viscogel para mantener la frescura y tener una buena adaptación al cuello y cabeza.
Una de las almohadas más recomendadas para cuidar el cuello y prevenir y aliviar dolores es la cervical. Cuyo diseño está hecho especialmente para proteger esta zona y ofrecer mayor confort al durmiente, ya sea al dormir en casa o durante un viaje.
Dentro de las almohadas cervicales podrás conseguir dos tipos principales: la ondulada y de diseño clásico, cuadrada o rectangular. Sin embargo, todas comparten como característica el tener lados más gruesos y un centro más hundido.
Podrás conseguir en el mercado distintos tamaños de almohadas, con anchuras y largos variados. Así como modelos con un relleno diferente, aunque la más popular suele ser la almohada cervical de viscoelástica.
Ahora, ¿cuál elegir? Una almohada cervical rectangular es la mejor opción para durmientes inquietos porque da más libertad de movimiento. Escoge un grosor en base al área central del cojín, a mayor anchura entre los hombros del durmiente, más gruesa deberá ser.
Además de dormir en cierta postura y con una almohada adecuada, hay otros consejos que se pueden seguir para mejorar el descanso con contractura de cuello. Uno de ellos es aplicar algo de temperatura baja o alta en la zona afectada, para lo primero coloca una compresa fría y para lo segundo, usa una compresa de semillas por unos 15 minutos.
Algunas personas optan por dar masajes en la zona para favorecer la circulación de la sangre. Otros suelen hacer algunos estiramientos y ejercicios para generar alivio en el cuello; un fisioterapeuta te dará los mejores consejos al respecto.
Para algunos durmientes que el dolor de la contractura de cuello resulta muy molesto como para dormir, se recurre al consumo de algún medicamento de venta libre. Por ejemplo, la ingesta de ibuprofeno o paracetamol puede ser oportuno en estos casos.
De todas maneras, si tienes contractura de cuello y tienes muchas dificultades para dormir y afecta tu calidad de vida, no dudes en consultar un especialista. Así puede evaluar tu caso y establecer un tratamiento y recomendaciones ajustado a tus necesidades.
Aunque quizá no estés acostumbrado a ello, dormir de lado puede salvarte de esas largas noches llenas de malestar al tener una contractura de cuello. Hazlo con una almohada alta y firme para un mejor resultado; por supuesto no dejes de consultar a un doctor si tienes cualquier inquietud.
Te ayudamos a dormir...