¿A quién no se le ha ocurrido poner un colchón encima de otro cuando alguno se desgasta demasiado? Si bien en un principio puede parecer algo razonable, con el paso de los días o semanas puede que compruebes lo que realmente implica.
Antes de que te pongas manos a la obra y optes por usar dos colchones en tu cama, te recomendamos leer esta información porque podrás evitar algunos problemas de salud a futuro.
Cualquier experto del descanso te dirá rotundamente que es malo poner un colchón sobre otro para dormir. Si bien las personas piensan que al unir ambos se mejora el sueño, la realidad es al contrario, afecta la calidad y función de los productos.
Para evitar tener que recurrir a este tipo de «soluciones» caseras, se recomienda al usuario informarse bien sobre el tipo de colchón ideal para ellos. Para lograr esto, hay que tener en cuenta tus propias necesidades y por supuesto, las propiedades del colchón.
Colocar un colchón sobre otro afectará a la estabilidad en la cama, que a su vez ocasionará ruidos y movimientos que perturben el sueño. Esa misma falta de estabilidad puede convertirse en la posible causa de una caída.
También, hay que mencionar que dormir con dos colchones las personas lo ven como una solución ante una firmeza indeseada, de antemano hay que mencionar que no funciona:
Para que un colchón se mantenga en buenas condiciones y no se convierta en un nido de ácaros y bacterias, la transpirabilidad es un elemento esencial. Es justamente la humedad la que facilita el desarrollo de estos y otros problemas, como el crecimiento del moho, que afecta su tiempo de vida útil.
Por eso, como imaginarás, al poner un colchón encima de otro la capacidad de transpiración descenderá. No importa si esta característica estaba muy acentuada en algunos de los colchones, la combinación genera que se inhabilite la misma en ambos.
Así que, de usar dos colchones juntos, más allá de estar preparado para un mal descanso, ten en cuenta que próximamente es posible que experimentes la aparición de malos olores y manchas en los productos.
Esta situación contribuye al deterioro de los colchones, por lo que en vez de transcurrir en el tiempo habitual, se acelerará. Esto se notará más en la superficie del colchón y en donde se suele mantener el peso del cuerpo.
En definitiva, poner un colchón sobre otro es una forma efectiva de acelerar el deterioro de los productos, por eso, implica consecuencias negativas incluso para la salud.
Uno de los problemas a generarse es la sensación flotante causada por la ausencia de firmeza en el colchón. Esto perjudica el tener un sueño profundo y continuo durante la noche, no pudiendo recuperar la energía.
Pero, ten en cuenta que no se trata únicamente de la pérdida de firmeza en el colchón, sino también el desarrollo de dolores en el cuerpo. Favorece la aparición del dolor de espalda, cuello y músculos, así como sufrir lesiones vertebrales.
Cuando los colchones están amontonados, los bordes se suelen dañar irreversiblemente a causa del moho. Como consecuencia, se incrementa el riesgo de que ocurran accidentes al deslizarse del colchón y caer abruptamente en el suelo, pudiendo sufrir lesiones de diversos grados.
Sin embargo, si hay un problema común es la aparición de frecuentes dolores de espalda, ya que combinar dos colchones de distintas firmezas es imprudente. Además, aquellos que usen de base uno blando perjudican mucho el sueño al facilitarse el desplazamiento excesivo con cada movimiento por la noche.
Como se ha mencionado brevemente, la espalda es la parte del cuerpo que se ve perjudicada si o si, independientemente de los tipos de colchones amontonados. Según la postura adoptada por la noche y la firmeza usada en la cama, hay mayor riesgo de que se afecte su estado.
Si bien quizá de inmediato no percibes problemas en la columna, pueden presentarse consecuencias a largo plazo. Las vértebras se ven afectadas al estar sobre una superficie muy dura o blanda.
Es una situación inevitable que suele ocurrir al poner un colchón encima de otro. Ya que, no se disfruta de una superficie firme a un nivel adecuado para descansar, lo cual ofrece como respuesta un sueño de baja calidad.
La circunstancia empeora especialmente cuando se usa un colchón firme abajo. Pero, esto no quiere decir que se deba colocar un producto blando como base, ya que ya sea de una forma u otra igual es malo poner un colchón sobre otro.
Si quieres mejorar tu descanso, no hace falta que agregues otro colchón a la cama, porque un topper o sobrecolchón es la solución ideal. Se trata de un producto de menor grosor que se coloca encima del colchón tradicional, como una capa adicional para mayor confort y extender el tiempo de vida útil de este, de allí el nombre de “sobrecolchón”.
Hay que aclarar que no es lo mismo poner un colchón sobre otro que usar el topper. El grosor del sobrecolchón es menor para poder utilizarse como un complemento en la cama, por lo que también se le conoce como “colchoncillo”.
Entonces, más allá de evitar las consecuencias negativas de usar dos colchones, el sobrecolchón ofrece varias ventajas.
Por ejemplo, si tienes un colchón de látex de gran dureza o un modelo de muelles que haya sufrido desgaste en la superficie perdiendo sus cualidades, un sobrecolchón ayudará a tener mayor sensación de confort durante el descanso; por supuesto hay que buscar capas adecuadas para ese fin.
Lo mejor es que no tienes por qué sacrificar el bienestar de tu colchón y su higiene al incorporar el topper. Al contrario, ayuda a obtener un elemento extra de protección para cuidar su estado mientras duermes plácidamente encima del sobrecolchón.
Sin duda alguna, es malo poner un colchón encima de otro. Es una idea que únicamente trae consecuencias negativas para los productos y el descanso del durmiente.
Por lo tanto, si sufres de dolores de espalda o musculares, puede que se trate del uso de dos colchones en una misma cama. Así que no sufras más y compra un topper de calidad que contrarreste las características que no son de tu agrado en el colchón y mejora tu descanso con esta capa adicional.
Te ayudamos a dormir...