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Sufrir de dolores de cuello es un mal muy común lamentablemente, pero no es imposible combatirlo. Muchas veces se padece al tener malas costumbres que incluso evitan descansar plácidamente.
Por suerte, al tener información útil sobre ciertos hábitos y saber seleccionar una buena almohada, podrás comenzar a disminuir este problema. De esa manera, el dolor de cuello que te acompaña constantemente en tu vida será cada vez menor.
Una considerable parte de la población española suele despertar por la mañana con dolor de cuello a diario y apenas es superado por los habituales dolores de espalda. Ahora, esta situación se puede ocasionar por diferentes motivos y situaciones ocurridas en el día o por la noche.
Vale mencionar que este dolor de cuello suele convertirse en nuevos padecimientos, especialmente cuando se vuelve recurrente. La contractura de los músculos del cuello y la torcedura de la cabeza de forma leve suele presentarse, siendo el tortícolis común en muchos durmientes.
Las partes blandas del cuerpo, como es el caso de tendones y ligamentos, así como los músculos pueden sufrir distensiones. Por suerte, hay situaciones como estos primeros casos que tienen una recuperación más rápida, por lo general, el riego sanguíneo suele ser superior al otro caso mencionado.
Usualmente si una persona presenta dolor de cuello, es causado por mantener una mala postura durante el sueño. Algo tan simple como descansar en una posición inadecuada en la cama puede generar la distensión muscular, ya que el cuello permanece en tensión constante por la noche.
Así mismo, si utilizas un colchón o almohada de mala calidad o que esté ya desgastado, se favorece el cumplir con una postura inadecuada. Lo cual, contribuye a la aparición del indeseado dolor de espalda y cuello.
Debido al uso constante de los productos a largo plazo, la firmeza se va perdiendo progresivamente ocasionando su deformación natural. Así que al tener un soporte poco firme y con las prestaciones necesarias, es habitual que se generen malestares que repercutirán en nuestro bienestar físico.
Si bien cuando hay dolor de cuello las personas suelen pensar que se debe al mal descanso, no es la única causa. Y es que las malas posturas no se adoptan únicamente al acostarse en la cama, sino que también durante el día muchas veces se mantienen posiciones inadecuadas.
De hecho, es cierto que uno de los problemas comunes en la actualidad que afecta a la postura, es el uso frecuente del teléfono. Debido a que obliga a que se mantenga el cuello inclinado a unos 45 a 60º, esto hace que el peso de la cabeza pase de sus 5 kg habituales al estar en posición neutra, a unos casi 30 kg.
El drástico cambio de peso al inclinar el cuello a largo plazo favorece la aparición de múltiples molestias físicas:
Si estás en desarrollo de padecer de problemas de salud por una mala postura, puedes detectarlo mediante algunos síntomas.
Por lo general, la mayoría de las personas comienzan a sentir un dolor localizado en un área específica del cuello, tener dificultades para mover el cuello, dolor de cabeza tensional y debilidad muscular en los hombros.
Si has cargado peso en exceso o has realizado ejercicios de fuerza, puede que presentes cervicalgia, también llamado dolor cervical. Esto genera que se presente dolor en el cuello cuando es momento de descansar por la noche.
El dolor cervical suele aparecer porque los ejercicios de fuerza se ejecutan incorrectamente. Incluso algunos que se realizan mal, como puede ser el caso de los abdominales, pueden derivar en dolores de cuello.
Ten en cuenta que si bien la cervicalgia por lo general no es grave, hay que prestar atención a este tipo de molestia porque de lo contrario puede resentirse con el tiempo.
El estrés acumulado es otro factor frecuente de dolor de cuello, ya que genera tensión en los músculos. Dicho malestar a su vez ocasiona que se adopte posturas incorrectas inconscientemente.
Por ejemplo, se inclina la cabeza hacia atrás de forma más acentuada y se encorvan los hombros. Si bien esto puede ocasionar dolores en el cuello, también puede afectar la cabeza.
No es imposible evitar presentar dolores de cuello por la mañana, de hecho se puede empezar por algo tan simple como dormir con una buena postura. La más recomendada para ello es la posición fetal, implica acostarse de lado mientras se mantiene los brazos y rodillas flexionados.
Ese tipo de posición durante el descanso permite que se pueda mantener las articulaciones bien posicionadas. Así como facilitar el relajamiento de los músculos lumbares, dorsales y cervicales al liberar la tensión en cada zona al usar almohadas adecuadas.
Pero, si no te sientes cómodo al dormir en posición fetal, no te preocupes. Hay otras opciones para descansar y cuidar a la vez el cuello:
Puedes escoger cualquiera de esas posiciones, siempre que las acompañes con una buena almohada para evitar dolores de cuello. Sin embargo, lo que no se aconseja es dormir boca abajo, ya que suele ocasionar tensión y dolor en esta parte del cuerpo la mayoría del tiempo.
Dormir con y sin almohada crea una gran diferencia en el sueño y bienestar de la persona. Por supuesto, para que notes con mayor énfasis los resultados favorables al descansar con almohadas, hay que elegir el correcto para tu perfil de durmiente.
Tu postura favorita al acostarte en el colchón sirve de guía para seleccionar la mejor almohada:
La almohada cervical es aquella que tiene un diseño ergonómico especial para que el cuello y hombros permanezcan correctamente alineados con la columna. De esa manera, se logra conservar una buena postura al dormir en el colchón y liberar la presión que se genera en los músculos de dichas zonas.
Con la almohada cervical se ofrece un buen soporte al cuello, independientemente de la postura adoptada, de manera que automáticamente se mantiene una correcta alineación en el resto del cuerpo.
La fabricación de las mejores almohadas cervicales se realiza con los materiales de más alta calidad en el relleno y tejido. En la mayoría de las ocasiones se consiguen modelos hechos con espuma viscoelástica por sus múltiples propiedades, como su excelente adaptabilidad.
Así como el efecto memoria de la viscoelástica que permite recuperar su forma original al realizar diferentes movimientos o levantarte, para que no se deforme rápidamente la almohada.
Una de las principales características de la almohada cervical es su forma, ya que no es rectangular como sucede con la fabricación de las almohadas tradicionales.
A diferencia de estas, usualmente, cuenta con una zona profunda en el centro para la cabeza y otra curvada en la parte baja para el cuello para conseguir una buena postura y evitar dolores cervicales.
Respecto al tamaño de las almohadas cervicales, hay más de una opción de mayor o menor dimensión, todas efectivas para evitar el dolor en el cuello.
Ahora que sabes las posibles causas del dolor de cuello, también sabes cómo prevenirlo. Una de las mejores soluciones, y que no puede faltar sin importar que sufras de algún problema de salud relacionado con ello o no, es dormir con una buena almohada.
Como recomendación evita dormir boca abajo, mejor opta por dormir en posición fetal. Prioriza la elección de una almohada que vaya con tu perfil de durmiente y postura favorita. Puedes comprar una almohada cervical para descansar cómodamente y despertar sin ningún dolor.
Te ayudamos a dormir...