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Cuando compras un colchón de látex, estás adquiriendo un artículo para tu descanso que te acompañará al menos por unos diez años. Es una real inversión que te ofrece una calidad en tu sueño y que te ayudará a conservar y cuidar tu salud.
Es por ello que deberás mantenerlo de la mejor forma posible, convirtiendo la limpieza del mismo en un hábito que debe ejecutarse a diario. Precisamente, para que la calidad de tu sueño no se afecte a pesar de que transcurran los años, lo mejor es tratar de conservarlo de la mejor forma posible.
Estos colchones ofrecerán una firmeza media, una durabilidad alta y una acogida muy suave. Eso sí, si la humedad es excesiva, estos colchones tienden a acartonarse y deshacerse, es por ello que su cuidado, conservación y mantenimiento se hacen esencial. Solo de esta forma podrán tener una vida útil más larga.
Todo va a depender de su cuidado y del mantenimiento que se le proporcione, sin embargo, el promedio de duración de un colchón de látex es de 10 años. Lo que debes tomar en cuenta es que podrás llegar a los 10 años durmiendo cómodamente o teniendo un colchón en malas condiciones y deteriorado, lo que impedirá que se descanse como debe ser.
Los colchones de látex son más delicados que otros que han sido fabricados de otros materiales, es por ello que insistimos en el cuidado que debe ponérsele, esta es la mejor forma de mantenerlo por mayor tiempo.
Para que un colchón de látex esté en las mejores condiciones posibles, es necesario que en forma regular se le dé la vuelta al colchón, más aún durante los primeros meses de uso. Se recomienda que se haga de manera semanal al menos los primeros seis meses.
Esto debe hacerse para evitar que se produzcan marcas debido al peso. Una vez transcurrido el tiempo mencionado, deberás darle vuelta una vez al mes.
Otro de los cuidados que requiere este colchón es su ventilación, pues, a pesar de que tienen muy buena transpirabilidad, acumulan la humedad que es producida por el cuerpo de los durmientes.
Es conveniente ventilarlo diariamente antes de hacer la cama por espacio de unos diez minutos. La limpieza es básica, en tal sentido deberás aspirarlo con el propósito de eliminar el polvo. Otra de las medidas que debes tomar es la utilización de la base adecuada, siendo la mejor la de somieres de láminas.
Si comienzan a formarse marcas en el colchón, que vienen a ser las huellas, y su profundidad es superior a los tres centímetros, significa que el material de tu colchón ya ha cedido, lo que viene a ser una de las señales de que tienes que cambiar tu colchón de látex.
Tu cuerpo también te indicará el momento en el que debas cambiarlo, pues si comienzas a despertarte con dolores, agotamiento y con sueño, es porque no has descansado bien y esto puede ser otra señal de que tu colchón se está deteriorando.
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Es un colchón que tiene dos firmezas y se adapta a todo tipo de personas, al igual que a las posturas que tienen al momento de dormir. No obstante, su precio es más elevado que el de otros colchones y es un tanto pesado.
Es necesario que esté muy bien ventilado, esto es imprescindible. Para ello, es recomendable que dejes la cama sin hacer una media hora, dejando la ventana de tu habitación completamente abierta. De esta manera, la humedad que se haya generado podrá evaporarse sin problema.
Cuenta con 15 años de garantía, lo que significa que es mayor comparada con las que ofrecen otros colchones. Su altura es de 24 centímetros, siendo el núcleo de 22 cm de Talalay.
Se encuentra recubierto con una capa que es de lana natural, también cuenta con una cubierta de Telcel y una funda de algodón. La calidad es alta, esto, sin duda, repercute directamente en el precio que tiene.
Al igual que otros colchones de látex requiere ventilación para evitar la humedad y el posterior deterioro del mismo. No obstante, la garantía que ofrece es de 15 años y esto genera confianza en los usuarios quienes lo prefieren por la comodidad y durabilidad que ofrece.
La firmeza que tiene es media-alta; cuenta con una funda que además de ser desenfundable es antideslizante. También ofrece independencia de lechos, lo que significa que tendrás la posibilidad de dormir en pareja sin problema.
Tiene muy buena transpirabilidad y es ideal para personas de hasta 110 kg. Podrán usarlo las personas que sufren de alergias.
Los colchones de látex siempre necesitan ventilación. En este colchón en particular no crecerán ni hongos ni bacterias debido al tratamiento al que fue sometido durante su proceso de fabricación.
Es desenfundable, lo que facilita su higiene y mantenimiento, no obstante, este debe realizarse en tintorería y no en casa directamente.
Los colchones de látex suelen ser más duraderos que los de viscoelástica. Se estima que su durabilidad es de 10 años, pero todo dependerá del mantenimiento y del cuidado que le tenga el durmiente. También va estrechamente relacionada con la composición y los materiales que tiene el colchón.
Es necesario hacer el mantenimiento adecuado, dentro de lo que destaca el darle la vuelta regularmente, además de ventilarlo todos los días para evitar que la humedad que produce el propio cuerpo del durmiente se acumule.
Al momento de darle la vuelta, lo más recomendable es aspirarlo, así tendrás la posibilidad de eliminar todo el polvo que se haya almacenado y también los ácaros, los cuales tienden a concentrarse es en la funda del colchón, por ello deberás lavarla muy bien.
Para evitar que el colchón de látex se deshaga, es necesario evitar la humedad en ellos, pues esta es la razón por la cual los colchones elaborados en este material comienzan a acartonarse para posteriormente deshacerse.
Para evitar dicha humedad, este tipo de colchones deben ventilarse a diario y aunque parezca un poco tedioso el proceso, no lo es en lo absoluto. Solo se trata de abrir la ventana de tu habitación, y antes de hacer la cama diariamente, dejes el colchón unos 10 minutos sin sábanas.
Si cumples con este proceso, evitarás que el látex se humedezca y vaya deshaciéndose al pasar de los días.
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